viernes, 1 de agosto de 2008

El niño de los ojos pardos

La criatura era, como ya he dicho, un muchacho de cabello largo y ondeado... Su rostro era radiante, blanco y perfecto, la imagen misma de un Dios, de un Cupido pintando por Caravaggio, seductor y etéreo, con el cabello castaño rojizo y oscuros ojos pardos. Lestat, TVL, pág 293



Amor escondido entre tinieblas,
Amor que se rompe en cadenas,
Sus pasos se escuchan en la oscuridad,
Pero mi corazón me dice que no puedo esperar,
Para ver su silueta inmaculada,
Para ver entre sus brazos


mi sangre derramada.
Tus ojos pardos me penetran,
Me hierven,
Me tormentan,
Cuando por las noches en mi ventana te encuentras.
De tus ojos no puedo escapar.
Ángel de la noche,
Luna de mis días
Y tormenta de mis deseos,
Surges como el agua de un río,
Surges como el más íntimo anhelo,
Te quiero así,
Rebelde y embustero,
Engaña a mi corazón con tus labios,
Engaña a mi corazón con tus dedos.
Te quiero así
Solo con tu sentimiento,
Pues deseo algún día con mi vida pagar,
Las noches perdidas de tu lamento.
Te quiero así,
Niño eternamente perfecto.

Anna de Romanus

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Onee, tus palabras destilan amor y pasión XD. Te quedó bastante bien, palabras bastante intensas. Uno de mis pasatiempos favoritos es leer lo que les escribes a los que amas XD porque...enserio, cuando de eso te trata, te quedan cosas bellísimas.

Anónimo dijo...

Aunque mi parte favorita fue la de las palabras de mi hermoso y amado Lestat XD jeje.